lunes, 26 de julio de 2010

2 = 1 + 1


Aquella noche los vi. Intuí algo más que palabras y por qué no… algo más que caricias. Consiguieron hacer de esa noche un mapa lleno de sensaciones, un recuerdo al que recurrir en sus días grises.Lo conseguiste.Lo conseguí.Lo conseguimos.
Ambos se miraban manteniendo esa línea ficticia existente entre sus ojos. Mientras tanto, mordían débilmente sus labios humedeciéndolos adelantándose a un posible beso. Seguían clavándose sus pupilas y de repente noté cierta cercanía en sus caras. Aquí está: se besaron.
Me centré en ella y me pregunté por qué seguía poniéndose nerviosa en momentos como éste. Le devolvió el beso… más largo, más profundo. Su cuerpo dejó de pertenecerle, era él quien (ahora) la dominaba, quien manejaba todo este escenario con un fin claro: hacerlo mágico y especial.
Apagaron los móviles. Se quitaron el reloj. Encendieron una luz débil, casi invisible y… [NADA MÁS QUE OBJETAR]

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