lunes, 26 de julio de 2010

Te elegí


Elegí quererte y todas las consecuencias que eso conlleva. Elegí que tú fueses la persona que llenase mis días de sonrisa. Elegí que tu olor era el que mejor le venía a mis sábanas. Elegí que me comieras a besos. Elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí que llorar por ti de vez en cuando no estaba mal. Elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos agarradas a las mías, que no quería ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes. Elegí que tu fueras mi locura y mi cordura. Elegí llenar el silencio de la noche de nuestra risa. Elegí las idas y venidas, las despedidas. Elegí la impotencia, la incertidumbre y tu impredecibilidad. Elegí el miedo a fallar y los impulsos. Elegí las miradas. Elegí temblar. Elegí hacerme adicta a tus palabras, al corte de tu voz. Elegí perdernos debajo de cualquier edredón, y tu respiración en mi oreja derecha. Elegí estremecerme sola y únicamente con tus caricias. Elegí no ponernos límite. Elegí el sabor agridulce de las discursiones que acababan en abrazo. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella de lo que algún día fue. Elegí que mi mayor hobbie era verte dormir. Elegí no callarme nada. Elegí darte todo. Elegí hablar de nosotros cuando hablaba de ti. Elegí derrumbarme cuando ya no aguantaba más. Elegí ser fuerte sin la ayuda de ningún tipo de coraza y luchar por un solo motivo. Elegí darte todas mis oportunidades. Elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus carencias. Elegí encontrarte en lugares donde nunca estarías… incluso elegí seguir queriéndote aún cuando ya no estabas.

Elegí arriesgar. Y no me arrepiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario